A tus dientes les afecta el estrés: aprende a controlarlo

Al teléfono de nuestra clínica nos están llegando muchas llamadas de pacientes que nos hablan de dolor muelas, molestias en piezas que están empastadas o con endodoncias más o menos reciente… Casi todas esas llamadas tienen algo en común, y es que responden más a problemas relacionados con la acumulación de tensión en la zona mandibular que a problemas puramente dentales. 

Vivimos una situación muy complicada, incierta, desconcertante… Son muchas las circunstancias a nuestro alrededor que hacen que acumulemos tensión y estrés, más que en circunstancias normales. El miedo, la angustia por la situación, los problemas puramente médicos, relacionados o no con el Covid-19, tener algún familiar ingresado, problemas laborales, la acumulación de días encerrados, no ver a las familias, tener a los niños en casa con sus deberes y sus rutinas…  

El dolor en la mandíbula puede ser muy molesto y es importante identificar cuál es su origen. Utilizamos la articulación mandibular más veces de las que imaginamos: para hablar, bostezar, masticar, tragar, morder… Tiene conexión con múltiples músculos de la cara, lo que hace que podamos tener problemas de bucales, dentales, oculares, auditivos o mandibulares.  

Por eso es importante identificar de donde viene el dolor, descartar problemas que necesiten tratamiento inmediato y aplicar técnicas que nos ayuden a reducir la incidencia de la tensión. Para la primera parte es necesario que llames a un especialista. Ya sabes que New Dental está a tu disposición para cualquier tipo de consulta. Puedes llamarnos al 925231617 o al 672 23 64 85, escribirnos a info@clinicanewdental.es o enviarnos un mensaje vía Facebook.  

Para la segunda parte, reducir la tensión, no existe un tratamiento único, pero sí podemos darte una serie de recomendaciones para reducir los síntomas: 

Férula de descarga: Se trata de un dispositivo bucal, elaborado a medida para cada paciente, para evitar problemas al apretar o rechinar los dientes. A esta patología se le llama bruxismo y puede afectar de diferentes maneras, provocando dolores de cabeza, oídos, musculares o desgaste de las piezas dentales. Si ya tienes una, úsala. Si no tienes, tranquilo, sigue leyendo, y cuando pase todo no olvides pedir cita para valorar si debes utilizar una.  

Ejercicios de respiración profunda: Se trata de ejercicios que nos ayudarán a calmar la ansiedad que hayamos acumulado durante el día. Son ejercicios que podemos hacer antes de irnos a la cama, ya que nos permitirán ir relajando y desconectando el cuerpo de la actividad diaria. Existen aplicaciones y tutoriales en Internet con ejercicios controlando la respiración, con pautas acompañadas de música… Busca tu método, lo importante es que encuentres un ciclo que te permita pautar la respiración.  

Orgasmatrón: Seguro que por la palabra no sabes lo que es, pero lo has visto cientos de veces. Se trata de un sencillo objeto con unas púas alargadas que masajean la zona craneal, estimulando las terminaciones nerviosas de la cabeza, provocando la liberación de endorfinas y serotonina, sustancias que nos ayudan a recuperar el buen humor y la calma. Si no tienes siempre puede masajear tú mismo la cabeza o la zona mandibular con movimientos suaves y circulares.

Ejercicios de relajación mindfulness: Y dirás, ¿y esto qué es? Es una forma de meditación que significa ‘conciencia plena’ y lo que busca es hacerte desconectar de tus pensamientos, de las preocupaciones, de la tensión diaria y que te centres en poner el foco en ti mismo, alineando tu cuerpo y tu mente. Suena todo muy bonito, pero es realmente efectivo. En Internet encontrarás un montón de rutinas y ejercicios que puedes hacer. Estos ejercicios no son solo para adultos, también podrás hacerlos con niños. Ellos también necesitan ayuda para desconectar de la situación que les está tocando vivir.

Infusiones relajantes: Antes de irte a la cama, prepárate una infusión calentita a base de valeriana, lavanda, tila, melisa, pasiflora, hierba luisa… Opciones hay muchas, haz la mezcla que más te guste. Verás cómo te vas a la cama con menos tensión, con más relajación y con una mayor sensación de sueño.